30.06.2022
Colosenses 3.13 “Sopórtense y perdónense unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo perdonó, así también háganlo”. Amén.
Así como somos perdonados por Dios, y aún por otros, nosotros también debemos perdonar a los que nos han herido.
A menudo tratamos de justificar un corazón resentido, pensando: Bueno, el Señor sabe lo que esa persona me hizo. Así que Él entiende por qué me siento así. Sin duda alguna, el Señor Jesús conoce nuestras emociones humanas. De hecho, Él mismo experimentó la traición y el abandono, por lo que entiende nuestro dolor. Sin embargo, NO aprueba que nos neguemos a perdonar.
Considera el hecho de que somos nosotros quienes traicionamos continuamente a nuestro Señor. Negándole el lugar que le corresponde en nuestra vida, dudando de su Palabra, ignorando sus instrucciones, y muchas razones mas.
Hay momentos en que decidimos echarlo de nuestras actividades y decisiones diarias, a fin de poder perseguir las cosas a nuestro modo.
¡Y, cuán maravilloso es nuestro Señor hacia nosotros! Nos sigue diciendo: Vengan a mí los que están trabajados y cargados, que los haré descansar (Mateo 11.28).
¿Entiendes que Jesús justificará tu falta de perdón? NO. Eso no ocurrirá. Mira hacia la cruz. Allí descubrirás el verdadero precio que pagó Jesús por tu perdón.
¡Feliz día, que Dios
te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Ref.: En.Contacto240522)
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