29.06.2022
Salmos 12:3 “Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, y la lengua que habla jactanciosamente”.
Prov.10.31 “La boca del justo producirá sabiduría; más la lengua perversa será cortada”. Amén.
Pequeñito es el músculo de la lengua de nuestro cuerpo, pero si no lo frenamos, o lo mal utilizamos, cuántos problemas nos puede traer.
Dice el apóstol Santiago que la lengua enciende un pequeño bosque, es un mundo de maldad. Lo contamina todo, y es inflamada por el mismo infierno (3:5-6).
¿Qué hace un perverso de lengua, desde óptica bíblica? Es Mentiroso. Es un sepulcro abierto. Está lleno de lisonjas. Maldice, engaña hace fraude. Lanza, cual saeta, palabras amargas, que son como navaja afilada…
Ahora bien, cuando el uso de la lengua es grato delante de Dios: La guarda, para no hablar engaño. Habla con justicia y alaba. Habla con sabiduría. No desea pecar, y la guarda con freno.
Para quien hace uso inadecuado de la lengua, le esperan varias sentencias: El tal caerá. No será firme en la tierra. El mal le cazará para derribarle. Nunca hallará el bien.
Que hoy podamos decir, Padre celestial: Libra mi alma de labio mentiroso y de lengua fraudulenta. Y que de mi lengua siempre salga sabiduría, clemencia, medicina y vida.
¡Feliz día, que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Ref.: TPSH310818)
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