12.05.2022
2 Corintios 4.5-6“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como sus siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”. Amén.
Te invito a pensar en la luz y en la oscuridad, y en cómo afectan tu capacidad para ver. En la oscuridad no hay sentido de dirección ni valor para avanzar, pero en luz todo está claro.
Es una perspectiva también válida en el ámbito espiritual. Quienes habitan en la oscuridad espiritual no pueden percibir las realidades de Dios.
El Señor tiene poder de ayudarnos a discernir la verdad. Dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8.12).
Luz, en el evangelio, es descripción perfecta de salvación. Es la buena noticia que traslada a alguien de las tinieblas espirituales a la luz.
Quienes hemos aceptado al Señor Jesucristo como Salvador, somos “hijos de la luz” (Efesios 5.8).
Jesús nos llama a llevar el evangelio a un mundo incrédulo que no es capaz de ver en la oscuridad que vive.
Cuán importante es que nuestro estilo de vida se distinga de la oscuridad que nos rodea.
¿Eres realmente un portador de la luz que señala el camino hacia Jesucristo?
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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