05.05.2022
Efesios 6.1-3, 7-8
“Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. Honren a sus padres, que es el primer mandamiento con promesa; para que les vaya bien, y sean de larga vida sobre la tierra. Sirvan de buena voluntad, como al Señor y no como a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno haga, ése recibirá del Señor, sea siervo o libre”. Amén.
A lo largo de la Biblia, Dios ordena a su pueblo obediencia. Pero ser sumisos es algo “antinatural” en nosotros, ya que nacemos con espíritu rebelde. Es necesario aprender a obedecer al Señor y a rendirnos ante Él.
El mejor lugar para aprender obediencia
es en el hogar. Los
versículos de hoy recuerdan a los hijos que deben honrar y obedecer a sus
padres. Es que Dios ha dispuesto que nuestras primeras experiencias con
la autoridad es someternos a nuestros padres. Son sus amonestaciones que
nos enseñan a controlar nuestro espíritu rebelde.
En cada etapa de vida, Dios nos pone bajo autoridad de alguien (de padres, maestros, empleadores, etc.). Aunque a veces esas personas nos tratan injustamente, recordemos que son débiles y pecadores como nosotros, pero no dejan de ser instrumentos de Dios.
Estando o no de acuerdo, las autoridades enseñan el valor de la obediencia y las consecuencias de la desobediencia.
Aunque resistamos la idea de obedecer, tengamos muy en cuenta que la meta es obedecer al Señor; y que los mandamientos de Dios son para nuestro bien y bendición.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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