24.04.2022
Proverbios 13:4
“El alma del perezoso desea, y nada alcanza;
más el alma de los diligentes será prosperada”. Amén.
La diligencia (o rapidez) es un rasgo anormal en nuestra cultura, ya que sufrimos de gran pereza. Iniciamos proyectos sin enfoque ni “fuerzas” para terminarlos.
Veamos qué nos dice el libro de Proverbios…
El perezoso dice: No seré gobernado. Proverbios 12:24 expresa: “Trabaja duro y serás un líder; sé un flojo y serás un esclavo”. Es cierto que a nadie le gusta vivir bajo control, y ordenes de otros, pero siendo perezosos, nuestro trabajo tendrá que ser pautado por alguien más.
El diligente:
Experimenta grandes satisfacciones. Es que su alma es y será prosperada. En nuestros hábitos, busquemos la diligencia práctica, y llenemos los agujeros que ni el dinero ni lo material llenan.
Es exitoso en lo que emprende. La televisión e internet están llenas de personas que garantizan riqueza sin trabajo y perder peso sin ejercicio, pero las personas que trabajan con entusiasmo cosechan la generosidad de su esfuerzo. Y tienen éxito garantizado.
Logra respeto y admiración. Mientras que otros luchan por ser notorios, los diligentes son buscados para desempeñar muchas y buenas posiciones de autoridad. Es que emiten un brillo que atrae la atención de los que les rodean.
En vez de posponer lo que sabemos que deberíamos hacer, ¿por qué no hacemos de cada día nuestra obra maestra? Démosles a nuestros sueños la oportunidad de realizarlos, para grande bendición nuestra.
Y, por último, aprendamos a rodearnos de personas diligentes.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Mario De Jesús
(Referencia:
Venga Tu Reino Hoy)
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