07.02.2022
Efesios 4.17-18, 22-24
“… ya no
caminen como los otros, en la vanidad de su mente, teniendo el
entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por ignorancia y dureza
de corazón. En cuanto a la pasada manera de vivir, despójense del viejo
hombre, viciado conforme a deseos engañosos, y renueven el
espíritu de su mente, y vístanse del nuevo hombre, creado según Dios
en la justicia y santidad de la verdad”. Amén.
Parece mentira que, en un mundo de abundancia, en vez de existir satisfacción plena, haya tantas personas infelices y con ansiedad. La razón principal: NO tienen la vestimenta espiritual que da Jesucristo, como Señor y Salvador.
El “ropaje” que usa alguien sin Cristo, está envuelto en sentimientos o traumas del ayer, que le llevan a vivir aferrado a comportamientos no gratos a Dios.
La solución: Ponerse la ropa nueva que Jesucristo consiguió para nosotros. Vestiduras de salvación, manto de justicia, atavío como de novio, y como de novia adornada. (Isaías 61.10).
Dejemos los viejos hábitos y patrones de pensamientos distorsionados. NO recordemos los males que nos han hecho. NO alberguemos prácticas pecaminosas o mundanas… que dañan, tanto, aunque no te des cuenta.
Al ser nuevas criaturas en Cristo, no usaremos más la “ropa” sucia de la carne, ejercitaremos nuestra mente renovada, y llevaremos las nuevas vestiduras.
¡Cuán satisfecho te sentirás cuando dejes tu “ropa” vieja y te pongas la nueva! Te llenarás de gozo, tranquilidad, amor y paz… además de vida eterna.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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