05.01.2022
Salmos 103.15-18
“El hombre, como hierba son sus días; florece como flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más. La misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra”. Amén.
¡Cuánta gente quisiera posponer la muerte!, no conocen que dice en Santiago 4.14-15 que su vida es neblina, aparece por un tiempo, y se desvanece. Por lo que deberíamos decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Todos moriremos, aunque los salvados, por aceptar el sacrificio de Jesucristo, no tenemos por qué temer. El apóstol Pablo asegura que, independientemente que la muerte física sea un cambio drástico, es la que lleva a los creyentes a casa para estar con el Señor (2 Corintios 5.8).
Nadie tiene control sobre el tiempo de vida. Todos nuestros días están escritos en el libro de Dios (Salmos 139.16). Lo importante es cómo los usemos.
La ciudadanía, de los hijos de Dios terrenales, está en el cielo (Filipenses 3.20). No nos acomodemos demasiado aquí, ni valoremos tanto los éxitos mundanos. Aquí estamos de paso.
¿Te distrae lo temporal? ¡Cambia tu enfoque hacia Jesucristo!
¡Muy feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Refer. En.Contacto)
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