“Un Ejemplo de Servicio”

Filipenses 2.5-8

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Amén. 

Cuando nuestro Señor Jesús vino al mundo como el Mesías, no fue lo que su nación esperaba. Aguardaban un rey poderoso que los libertara de toda opresión romana. 

Aunque Él podía haber eliminado la presencia romana de la región, esa no era la misión que le encomendó su Padre. El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Mateo 20.28). 

El Señor Jesús dejó Su gloria en el cielo y se humilló para asumir la condición de siervo, lo que en aquel momento era un esclavo y sin remuneración… y la máxima demostración de servidumbre. 

El Hijo de Dios vino al mundo dispuesto a hacer lo que su Padre le ordenara. Y eso incluía morir en una cruz por pecadores indignos como tú y como yo. 

Un siervo no es independiente, ni se enfoca en sí mismo, sino que se concentra en hacer lo que diga su amo. Esa es nuestra vocación al seguir los pasos de Cristo… Ofrecer un servicio desinteresado. 

¿Estás dispuesto a aceptar esa humilde posición? El mundo pudiera pensar que eres débil y tonto, pero al servir a los demás sin quejarte, demuestras ser hijo de Dios con luz poderosa en medio de cualquier tiniebla. 

Feliz día ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)