2 Timoteo 2.22-23 “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. Desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas”. Amén.
Independientemente de que Pablo estuviera escribiendo aquí al joven Timoteo, el pasaje NO se aplica solo a jóvenes, pues TODOS debemos huir de las tentaciones -jóvenes y no jóvenes- porque nos impiden agradar a Dios: en justicia, fe, amor y paz con los demás.
Como “pasiones juveniles”, no se puede descartar que también se refiriera a los fuertes deseos incontrolados, más característicos en jóvenes, como en personas inmaduras (de todas las edades), que pueden ser muy reales, y que se dan por NO acatar la dirección del Espíritu Santo.
Juan también escribió que los deseos de la carne, de los ojos y la vanagloria de la vida, NO provienen del Padre, sino del mundo (1 Juan 2.16). Y esas características, se relacionan directamente con egoísmo, codicia, ambición, placeres …, a través de los cuales Satanás influencia a muchos.
Todo anhelo que va en contra de la voluntad de Dios NO proviene de Él. Los anhelos incontrolados de placeres, entretenimientos, belleza, superioridad, posesiones, riquezas o popularidad están enfocados en uno mismo, e impulsados a obtener lo deseado.
La manera de vencer es huyendo de todos ellos y buscando los deseos del Señor. Es hora de entender que sería saludable desechar las cuestiones necias, dañinas e insensatas. ¡Medítalo!
Feliz día ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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