2 Corintios 3:4-6
“Y tal
confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por
nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes
de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más
el espíritu vivifica”. Amén.
¿Tu escasez te ha hecho sentir vergüenza alguna vez? ¿Verdad que es humillante cuando otros se dan cuenta de que no estás preparado para alguna tarea o careces de conocimiento en cuanto a algún tema? Pero, tranquilo, pudiera ser una bendición si ves tu carencia de manera correcta.
Deja que tu insuficiencia te lleve a Dios. Dedica tiempo a acercarte a Él y a derramarle tu corazón; recuerda, siempre, su amoroso cuidado por ti.
Dios utiliza los procesos para enseñarnos dos
lecciones importantes:
1. Confiar en que Él obrará en las debilidades.
2. Nada como depender del Espíritu Santo.
Las insuficiencias nos recuerdan que debemos dejar de actuar por nuestras propias fuerzas, porque nos agobiamos bastante. Al admitir las carencias ante Dios, las cargas desaparecen, y descubrimos el gozo que viene de un corazón sumiso y confiado.
Dios es más grande que tus necesidades, y su
poder lo demuestra en tus debilidades. Si estas tratando de manejar algún área de
tu vida por tu propia cuenta, recuerda que es mejor cederle el control, y
depender humildemente del Señor.
Feliz día. ¡Y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario