“…conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a Él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”.
Una de las primeras cosas que los niños aprenden en la escuela dominical, es que Cristo los ama y ellos lo creen sin dudarlo. Pero, en la medida que crecemos, las frustraciones nos llevan a dudar de esa gran verdad.
Nos preguntamos ¿cómo es que Dios -siendo misericordioso- permite muertes, crisis o dolorosas enfermedades?
Algo que te quiero hacer saber es que, no debes juzgar el amor de Dios basándote en circunstancias. El que haya problemas es algo seguro en la vida. Léelo en Juan 16.33.
Pablo instó a los efesios a no dejar que las tribulaciones los desanimaran. Él estuvo claro que esas dificultades eran parte natural del plan de Dios.
Lo mismo ocurre con el creyente, a través de pruebas, el Padre celestial obra en él para hacer más de lo que es capaz de percibir o imaginar (vs.20).
El Señor quiere que estés seguro de que el amor que te tiene es constante, y que puede sostenerte en cualquier momento difícil.
¿Desearías entender mejor el amor de Dios? ¡Confía en su gracia divina! Te mantendrás en pie durante las pruebas.
Comienza por pedirle a Dios que aumente tu fe; mientras meditas en su amor, tal como está descrito en la Biblia, en Juan 3.16.
¡Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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