Eclesiastés 6:9 “Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que NO tienes; soñar con tener cada vez más NO tiene sentido, es como perseguir el viento”
¡Eres tan feliz como decidas serlo! Esa es tu elección. Dios quiere que disfrutes lo que tienes, y que no codicies lo que tengan otros.
Una marca de madurez es poder decir: “estoy feliz”. Contentarse es un hábito que debemos cultivar. Veamos 4 pautas para lograr contentamiento…
1. Resiste la comparación: Deja de repetir la frase: “El pasto es más verde donde mi vecino”. No es cierto, tu pasto solo necesita ser atendido, ¡eso es todo! No atiendas el “pasto” del vecino. Cuando nos comparamos es porque somos inseguros. ¡No necesitamos lo de otros para ser felices!
2. Se feliz con lo que tienes: Y sé agradecido con Dios. Eclesiastés 5:19 dice: Si Dios da mucho, también permite disfrutarlo. Lo que ya tienes es un regalo, y no tendrías nada si no fuera por Dios.
3. Usa lo que tienes para ayudar a otros: Dios no quiere bendecirte solo para tu beneficio. Él Quiere que compartas y ayudes a otros. En Hechos 20:35 dice: En todo les he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados. Y Jesús dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
4. Enfócate en lo eterno: Todo en la tierra es pasajero. ¡Nada durará por siempre! Presta atención a lo permanente. En 2 Corintios 4:18 dice que no debemos mirar lo que se ve, sino, lo que NO se ve; las cosas que se ven son temporales, pero las que no, son eternas.
El contentamiento viene cuando reconocemos que Dios nos ha bendecido sobremanera y comenzamos a dar, de lo mucho o poco que tengamos. Lo único que dura por la eternidad es lo que NO puedes ver: ¡tu relación con Dios y con los demás!
¡Feliz día. Y que Dios te bendiga!
Hno. Mario De Jesús
(Referencia: VTRH.Ministries)
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