Tu Palabra Sabia de Hoy (TPSH) 31.12.2020
Mateo 5.22-24 “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.
¿Sientes incomodidad al decir o hacer algo malo? Esa es tu conciencia hablándote. Si deseas disfrutar de compañerismo con Dios, tienes que tener una conciencia limpia, lo cual no es más que esa libertad interna de espíritu que viene al saber que estás bien con Dios y los demás.
Una conciencia limpia es que en tu corazón no exista nada sucio, si quieres que el Espíritu Santo haga a Cristo real en ti.
Tú debes estar bien con tu prójimo. Haber arreglado cuentas, para que nadie pueda señalarte. No puedes estar bien con Dios, si estás mal con alguna persona.
Al pecar contra tu prójimo, pecas también contra Dios. Si has robado, mentido, engañado… solo después de haber arreglado cuentas, Dios recibe tus sacrificios.
Si crees que yendo a la congregación, ofrendando o diezmando, pero teniendo “deudas pendientes”, el Señor estará complacido contigo, te equivocas, mejor te es que vayas primero a reconciliarte, luego podrás agradar a Dios.
Pedir perdón sólo a Dios no es suficiente. Arregla tus cuentas con los demás para que puedas estar bien con Dios. Por otro lado, si tu pecado fue cometido solo contra Dios, debes confesárselo solo a Él.
Si quieres tener una conciencia limpia, para este 2021, permite que el Espíritu Santo examine tu corazón y te muestre las ofensas cometidas. ¡Déjalo actuar y actúa tú!
¡Feliz día, y que Dios
te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: Ub.David.Org)
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