Tu palabra sabia de hoy
23.10.2020
Juan 8.6-7 “Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”.
A esta mujer adúltera, los fariseos no la llevaron a Jesús por cuidar la santidad, sino para “lucírsela”, de que eran instruidos en la ley de Moisés. Igual ocurre hoy; muchos buscan “estrujarle” la Palabra a otros, para que vean que ellos si que se la saben. Por eso Jesús llamó a esos “santos” hipócritas.
Jesús sabía perfectamente que ella, era pecadora (nosotros podemos estar más perdidos que la perdición misma), por lo que, no nos toca, juzgar a nadie. Nuestros juicios son humanos y muy finitos; y al hacerlo, podemos incurrir en gravísimo error… aplicando una “verdad falsa”.
Si Jesús la dejaba ir: quebrantaba la Ley; si la condenaba: no tenía ni amor, ni misericordia... “palo si boga y palo si no boga”. Eso sí, Jesús le “devolvió la pelota a su cancha”. Él pudo haber dicho algo como: Si, es una pecadora, y de lo peor; pero quien no tenga pecado, arroje la piedra. Inclusive, dio tiempo para que meditaran… se “distrajo”, escribiendo en el suelo.
¡Oh, sorpresa! O, no había pecadores, o estaban tan sucios que mejor “dejaron el limpio”. ¿Usted qué cree?
La única persona capacitada para arrojar piedras era Jesús, pero le dijo: “Ni yo te condeno”; con la salvedad de que no pecara más. Y, yo pregunto: ¿Estamos al nivel de Jesús, para juzgar? A nosotros nos corresponde amar y perdonar.
Aprendamos a ser misericordiosos, ¡si misericordia queremos! También recordemos: ¡Que todos seremos juzgados por Dios! Ni uno se quedará fuera.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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