Tu palabra sabia de hoy
Domingo 23.08.2020
Juan 14.16-18 “Y rogaré al Padre, y les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes, y estará en ustedes. No les dejaré huérfanos; vendré a ustedes”.
Algunos cristianos no se dan cuenta que el Espíritu Santo vino a sus vidas en el momento de recibir a Jesús como su Salvador. Otros que sí se dan cuenta, no entienden quién es, cómo trabaja o por qué su presencia es tan significativa.
El Espíritu Santo es una persona, no solo un poder o una fuerza (como algunos creen), y Él, junto con los otros dos miembros de la Trinidad, estuvo involucrado en la creación. Dios dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza (Génesis 1.26). Y esto se refiere a Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
La noche antes de la crucifixión, Jesús dijo a sus discípulos que el Padre enviaría un Consolador para siempre. Aunque Jesus ya no estaría físicamente, ellos no quedarían huérfanos. Prometió la presencia del Espíritu Santo.
Debido a que Jesús se debía marchar, el Espíritu Santo es nuestro guía, maestro y consolador. Su presencia en nosotros significa que somos hijos de Dios. Y tú, ¿estás seguro que el espíritu que te acompaña y mora en ti es el Espíritu Santo?
Recuerda, quien tiene el Espíritu Santo: no es inicuo (perverso) ni de labios, ni de pensamientos, ni de hechos…
¡Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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