Tu palabra sabia de hoy     

Jueves 09.01.2020

Efesios 2:1-3 “Y Él les dio vida a ustedes, cuando estaban muertos en sus delitos y pecados, en los cuales caminaron en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.

Lo primero que señala el apóstol Pablo en esta escritura de Efesios, es que Jesucristo da vida cuando se está muerto en delitos y pecados. Y detalla que esa condición (de muerte) es por seguir la corriente del mundo, ser desobediente, y practicar deseos y pensamientos carnales, lo cual lleva a ser hijo de ira delante de Dios.

Pero lo hermoso de esta lectura son las promesas detalladas en los versos del 5 al 8.

1. Estando tú muerto en pecados, Dios te da vida con Cristo; y, por gracia, eres salvo (vs.5).

2. Con Cristo resucitas de la muerte que llevas (sin darte cuenta), y te sentarán en lugares celestiales (vs.6).

3. Nada de lo que hagas, te hace salvo (de tu vida de muerte espiritual y de pecado); ninguna buena obra, ningún ritual, etc. Solo mediante gracia, por medio de fe, que proviene como don de Dios, lo lograrás (vs.8). Hacer buenas obras y buen comportamiento es bien visto delante de Dios y los demás, pero no te abre las puertas al cielo… Así mismo como lo estás leyendo.  Obras sin fe es muerta (Santiago 2.17).

Deja que la sangre de Jesucristo llene tu corazón, ¡y derribe la pared que te separe del camino de Dios y hacia el cielo!

Di al Señor: Que la sangre de Cristo venga a rebosar mi corazón, mente y espíritu. Hoy quiero recibir el don de la salvación, ¡que solamente tú me puedes otorgar!

¡Dios te bendiga!

Evangelista Wilda Messina