Tu palabra sabia
de hoy Sábado
28.12.19
Levítico 10.3 “Entonces dijo Moisés a
Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me
santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón
calló”.
Nos enfocaremos en las distracciones mentales durante la oración, y sobre
la adoración abandonada, especialmente en la casa de Dios.
Jesús llamó hipócritas a las personas que acudían a su presencia con
palabras de alabanza, pero cuyas mentes y corazones estaban envueltos en otros
asuntos. Él les habló directamente, diciendo: Este pueblo de
labios me honra; mas su corazón está lejos de mí (Mateo 15.8).
¿Y qué hay
respecto a ti? Cuando vas a la casa de Dios (al templo) ¿dónde está tu mente? Dices con tu boca: Te adoro, Señor, pero
¿está tu corazón a mil kilómetros de distancia? ¿A dónde te llevan tus
pensamientos durante la adoración y alabanza?
Dios le dijo a Moisés algo como: No seré tratado como persona común. Si
entran en mi presencia, vengan santificados y con cuidados, debido a mi gloria
y majestad.
No pronuncies
nada en la presencia del Señor sin que tu corazón y alma estén involucrados.
Jesús dijo: “… y los que le adoran, en espiritu y en verdad es necesario que
adoren” (Juan 4:24).
La casa de Dios
es casa de adoración. Cuando entres, deja a
un lado toda carne. Di: ¡Señor, te amo! ¡Pon muro de fuego alrededor de mis
pensamientos y permíteme ofrecerte una alabanza con toda mi alma, mente y
corazón!
¡Feliz tiempo de
Navidad con Cristo, y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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