Tu palabra sabia
de hoy
Jueves 12. 12.19
Salmos 42:11, 43:5 “¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué
te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación
mía y Dios mío”.
Tu rostro anuncia lo que sucede
en tu corazón. Por ejemplo, cuando tu mente está
cargada de afanes, tus hombros pueden encorvarse, tus cejas fruncirse, y tu
cara verse decaída.
Ten cuidado con la expresión
facial… podrías enviar un mensaje equivocado. Tu
rostro es el índice de tu alma y refleja
lo que está sucediendo dentro en tu corazón.
Cristo en tu corazón, tiene impacto
directo en tu rostro! También afecta tu caminar y tu
conversación. La preocupación endurece
la cara, tanto como el pecado grave. Todos sabemos que como cristianos no debemos preocuparnos: nuestro Señor es consciente de
nuestras necesidades y problemas, y, sin embargo, a veces nos estresamos.
¿Qué dice tu rostro a una
generación confundida? Cuando Esteban se paró ante los
hombres del Sanedrín, “su rostro brillaba como el rostro de un ángel” (Hechos 6:15). Esteban se puso de pie con el
brillo de Jesús sobre él y la diferencia fue clara para todos. En
contraste, estos hombres en el consejo de la sinagoga estaban tan enojados con
Esteban que “crujían los dientes contra él” (7:54). “El hombre impío endurece su rostro” (Proverbios 21:29).
Como hijo de Dios, aprende que
el Señor tiene cuidado de ti y te ama (1 Pedro 5:7). Su corazón se mueve hacia ti en todo momento y puedes caminar en gloriosa libertad. ¡Eso debería levantar tu
semblante!
¡Feliz día, y
que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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