20.05.19
2 Corintios
12.7-9 “Y para que la grandeza
de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi
carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca
sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de
mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
TODOS hemos hecho peticiones
imprudentes a Dios. ¿Verdad? Si te basas
en las promesas bíblicas, de que Dios concederá las peticiones de tu corazón, ¿por qué será que hay veces que la
respuesta es no?
Según la Biblia, existen varias
razones posibles:
Dios lo ha prohibido. Dios
no contradice su Palabra. Orar por lo prohibido en la Biblia, es
inútil. La desobediencia de Moisés, impidió su entrada a la tierra prometida… ¡Qué
dolor tan grande! (Dt 1.37; 3.23-28).
Dios quiere protegerte. Dio
un “aguijón en la carne” a Pablo, con el fin de que se mantuviera
humilde.
Dios tiene mejor regalo para darte. El
poder de Cristo se manifestó en la debilidad de Pablo. Cuando eres
procesado, valoras más. Cristo no sanó a Lázaro de inmediato. María y Marta no
podían entender que verían algo mejor: resucitar a Lázaro para glorificar a
Dios (Jn.11.1-44).
Dios no bendice con razones incorrectas. Aquí recuerdo una frase que dice: “No llames bendición, aquello que logras con mentira”. Una de las
causas por la que no recibes, es porque NO pides en la voluntad de Dios (Stg.4.3).
Que estas razones te permitan recordar que puedes confiar en Dios,
aunque Su respuesta sea no!
Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario