Miércoles 6.3.19
Salmos 90:4-6 “Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de
ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche. Los arrebatas como con
torrente de aguas; son como sueño, como la hierba que crece en la mañana: En la
mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca”.
En estos días celebró sus 91 años
nuestra amada hermana Rosa. Ella cantaba
gozosa “Me voy a mudar hermanos, me voy a mudar”, del cantor Stanislao
Marino.
Ella decía que no era fácil salir
de los TA… 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90. Llegar
a 100, bien difícil. También me decía: ¡Estoy
más cerca de verle la cara a mi Señor! Hoy, con este salmo, comparo lo
que ella me expresara. Veamos:
Se que mi hermana Rosa cantaba gozosa, porque está convencida que el Señor, ha sido su refugio desde antes de que
naciesen los montes. Que, de los 1000 años que indica Moisés, delante de Jehová, sus 91 han sido para Dios, como el día de ayer,
que pasó. Humanamente han sido muchos, ¡pero
cargados de frutos para el reino de Dios!
Sabe que esos años serán arrebatados
como torrente de aguas; como sueño, y como hierba que florece y crece en la
mañana, pero en la tarde se seca.
Todos desearíamos, no 91, sino muchísimos más, pero sabemos que nuestros días declinan y acaban como un
pensamiento. Moisés expresó que la edad es 70; y, en los más robustos 80. Gloria a Dios que aún nuestra hermana ha
seguido contando, con la esperanza que pronto pasarán, y volará.
Tiempo de decir al Padre que nos enseñe a: Contar nuestros días, con corazón de sabiduría.
Cantar alegres siempre. Tener nuestras obras acabadas y confirmadas.
A glorificarle; y a ser luz a los que nos rodean.
Que, al partir de esta tierra, nos
vayamos gozosos, libres de pecado, ¡y directamente a los brazos del Padre!... sin importar los TA que
tengamos!
¡Dios
te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: La Biblia RV1960)
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