Martes 05.02.19
Mateo 24:21-22 “Porque habrá gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del
mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie
sería salvo; más por causa de los
escogidos, aquellos días serán acortados”.
Nadie quiere escuchar malas noticias
y la iglesia no es la excepción.
La iglesia parece estar ocupada con el mensaje de “debes estar bien y sentirte
bien”. Es como si los líderes dijeran: ¡Relájate! Dios es tu papá, todos somos
sus niños y debemos pasarlo muy bien.
Pero…
se avecina gran tormenta y Dios quiere
que su pueblo esté preparado. Llegará como ladrón en la noche, produciendo
pánico e incredulidad repentinos. Tú pensarías: si ocurre una calamidad, ¡que
venga! Yo estoy en las manos de Dios, y Jesús me ayudará a vencer.
Antes
de la muerte y resurrección de Jesús, Él vio la horrible tormenta que se
avecinaba. ¡Él vio que Jerusalén estaría rodeada de poderosos ejércitos, el
templo sería destruido, la ciudad sería quemada, y todo colapsaría!
Jesús lloró sobre su ciudad porque
vio lo que venía. Gran
tribulación, cual no había ocurrido.
Pensando bien, los días de Jesús fueron similares
a los nuestros. Incluso, cuando Jesús advertía que vendrían tormentas, buscaba
lugares secretos para estar cerca de su Padre. ¡Jesús sabía que él tenía el
control total!
Si has de enfrentar las tormentas
venideras, debes estar preparado para que nada perturbe tu espíritu. Y eso lo haces pasando tiempo en la presencia del Padre,
encerrándote con Él hasta que estés persuadido de que Él está a tu mano
derecha!
En
la presencia de Jesús encontrarás gozo, esperanza y reposo, ¡todo lo absolutamente
necesario!
Feliz martes, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:
WorldChallengeOrg)
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