Jueves 07.02.19
Tito
1:10-11, 15 “Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores,
mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca;
que trastornan casas enteras, enseñando
por ganancia deshonesta lo que no conviene. Todas las cosas son puras para los puros, mas para los
corrompidos e incrédulos nada les es puro; hasta su mente y su conciencia están
corrompidas”.
Los fundadores de los Estados Unidos
crearon un marco de gobierno influenciado por principios bíblicos. Pero, poco a
poco, el país ha pasado de “una nación bajo Dios” a un grupo de personas que ya
no quieren que Él se involucre en sus asuntos.
Esa nación se ha vuelto impía:
impulsada por materialismo, poder; prevaleciendo inmoralidad y rebelión; con
filosofías vacías y falsas doctrinas. Luchan despreciablemente por mantener a
Dios fuera de los asuntos de la nación.
Sin embargo, incluso en sociedades
incrédulas, las personas pueden seguir a
Cristo, aunque el mundo continúe sembrando enseñanzas erróneas, por lo que los creyentes deben ser capaces de
discernir. Por el contrario, esos mensajes
erróneos pueden llevar a los cristianos a desertar en sus convicciones.
No
dejes que el clamor del mundo malvado haga que la voz del Espíritu sea menos
audible. Sin su
guía, nuestras mentes serán vulnerables a las mentiras.
La
Biblia es una brújula que
permite avanzar en la dirección correcta. Llénate
de la verdad de Dios: lee, cree, medita
y pon en práctica las Sagradas Escrituras.
Esta nos dice “orad sin cesar” (1Tesal. 5.17). Si nuestras mentes están enfocadas en Dios, las doctrinas impías no
podrán echar raíces.
Seguiremos enfrentando dificultades
mientras vivamos en este mundo imperfecto, pero
la verdad de Dios traerá confianza y valentía, y su Espíritu nos dirigirá y
fortalecerá.
Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
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