02.02.19
Mateo
25:14-18
“Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus
siervos y les entregó sus bienes. A uno dio 5 talentos, y a otro 2, y a otro 1,
a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había
recibido 5 talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros 5 talentos. Asimismo
el que había recibido 2, ganó también otros 2. Pero el que había recibido 1 fue
y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor”.
¿Vives como
si lo que haces hoy te afectará en la eternidad? Después de
pasar al frente en la iglesia, y de hacer la oración de fe, algunos cristianos
piensan que el momento de la oración de salvación es el principio y el final
del asunto. Piensan: mi destino eterno está asegurado, ahora puedo relajarme y
esperar para irme al cielo.
Pero eso no es lo que enseña la parábola de los
talentos, de la lectura de hoy. El cielo
SOLO está asegurado para quienes se arrepienten de verdad, y creen en la muerte expiatoria de Cristo por
sus pecados. Por eso es tan importante la forma en que vivimos. Cuando
Cristo regrese, tendremos que rendir
cuentas de lo que hayamos hecho.
Quizás has oído decir que un día, al estar delante
de Cristo, toda tu vida será proyectada en una pantalla gigante, y que cada
pecado cometido estará a la vista de todo el mundo. Eso, en verdad, asusta, pero NO es bíblico.
Para quienes
somos verdaderamente de Cristo, el acta de los decretos que había en contra nuestra
ha sido clavada en la cruz, y todos nuestros pecados perdonados (Colosenses 2.13, 14). Nunca más serán desenterrados,
porque Dios no se acordará más de ellos (Hebreos 10.17).
Lo que está en juego NO es la salvación sino las
recompensas. Y no será un juicio de
comparación con otros. Dios confía talentos a cada uno de acuerdo a las
destrezas. Todo es un regalo de Él: tiempo, dinero, capacidades, dones
espirituales…. ¿Los estás invirtiendo para
alabanza de Cristo cuando estés delante de Él?
Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
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