Martes 22.1.19
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Reyes 3:16-27 “…vinieron al rey 2 mujeres, dijo
una: !Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz.
Al tercer día, ella dio a luz también, una noche el hijo de ella murió. Ella se
levantó a medianoche, tomó el mío, estando
yo dormida, lo puso a su lado, y puso a mi lado su hijo muerto. Cuando me
levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, estaba muerto; pero lo
observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz. Entonces
la otra mujer dijo: mi hijo es el que vive, y el tuyo es el muerto. Y dijo el
rey: Traedme una espada, partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a cada
una. Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey y dijo: dad a esta
el niño vivo, no lo mates. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. Entonces
el rey dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, ella es su madre”.
Salomón, rey del Israel, tuvo que resolver un tema complicado. El de dos
mujeres que reclamaban ser la madre de un bebé. Después de escucharlas, Salomón
pidió una espada para cortar el niño por la mitad, pero la madre verdadera le rogó
que le diera el bebé a la otra mujer. Finalmente, Salomón le dio el niño a
ella.
Se
necesita sabiduría para decidir qué es justo y moral; qué es correcto o
incorrecto. Si valoramos la sabiduría, pedimos
a Dios un corazón sabio. Dios, aparte de
ser juez culto, también es consejero personal dispuesto a dar abundante
sabiduría (Stgo.
1:5).
¿Necesitas sabiduría? Búscala en la
única Fuente que puede darla: Dios.
Feliz y bendecido día!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:
NuestroPanDiairo)
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