Martes 15.1.2019
Salmos 147:
1-7 “Alaba a Jehová, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque
suave y hermosa es la alabanza. Jehová edifica a Jerusalén; a los desterrados
de Israel recogerá. Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.
Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. Grande
es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito. Jehová
exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra. Cantad a Jehová
con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios”.
Ayer nos referimos a que quien canta a Dios con inteligencia, le adora y le conoce. Y que quien no conoce a Dios, solo canta, baila, y danza, para si mismo o para
que lo vean y admiren.
Hoy te vuelvo a decir: Alaba a Jehová, porque Él es bueno. En tu adoración inteligente, podrás
ver y sentir cómo Él sana a los
quebrantados de corazón y venda las heridas.
No hay un sentimiento
de ti que no conozca, y sabe cuándo
le cantas y adoras desde tu corazón. Él conoce todas las estrellas por
nombre. Nuestro Dios es de entendimiento
infinito.
Cántale con verdadera alabanza. No presumas de que eres gran profesional de
voces o de la música… eso a Dios no le impacta.
Canta
humillado ante Su presencia, y no exaltado ante la presencia de los que te
miran y resaltan lo lindo que cantas.
Recuerda: Jehová exalta a los
humildes, pero humilla a los altaneros y presuntuosos. También desecha la
alabanza no genuina.
Dios se complace
en los que le aman, le honran y esperan
en su misericordia. Entonces, cierra
tus ojos al alabarlo… haz la conexión!
Él fortifica los cerrojos de tus puertas;
bendice a los tuyos, te da paz; y te sacia con el mejor trigo.
Aprendamos a adorar a nuestro Padre en espíritu y
en verdad. Él está buscando a verdaderos adoradores! (Jn. 4.23).
Que Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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