2.12.18
Hebreos 11:1-2 "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos”.
Jesús preguntó en Lucas 18:8: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” ¿Qué quiso decir el Señor con esa expresión? Si miramos hoy a la Iglesia, ninguna otra generación ha estado más enfocada en la fe que esta.
Muchos hablan sobre la fe; seminarios y conferencias se llevan a cabo en muchos países; libros sobre este tema están en los estantes de librerías cristianas. Tenemos predicadores de la fe, maestros de la fe, movimientos de la fe, incluso iglesias de la fe. Pero tristemente, no todo lo que la mayoría de las personas considera como fe, es fe... y Dios les rechazará. ¿Por qué? Porque es fe corrompida.
Muchos predicadores toman el tema de la fe, como si existiera solo para ganancia personal o para satisfacer necesidades propias. Te dicen: Si puedes soñarlo, puedes tenerlo. Este concepto es terrenal y materialista.
Para aquellos que verdaderamente aman a Jesús y quieren vivir por fe, de manera que le agraden, saben que toda fe verdadera nace de intimidad con Cristo. De hecho, si tu fe no sale de dicha intimidad, no es fe a sus ojos.
Muchas personas de fe se mencionan en Hebreos 11, y cada uno tenía una relación personal e íntima con el Señor. Vemos a Abel (11:4); Enoc (11:5); Noé (11:7); y Abraham (11:8). Todos estos hombres murieron en la fe; sabiendo que este mundo no era su hogar.
¿Anhela tu corazón un caminar más cercano con el Señor? ¡Busca al Señor mismo! Pasa tiempo en su presencia y tu fe crecerá!
Pide al Padre que, con la fe que Él te ha dado, puedas mover las montañas de tus pruebas!
Muy feliz domingo!
Wilda M. V.
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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