viernes, 21 de diciembre de 2018

”Tu palabra sabia de hoy”

21.12.18

¿Te has dado cuenta que es más fácil identificar los errores de los demás, que los tuyos? Estás tan acostumbrado a tus acciones, que crees tus fallas normales?

Una práctica muy común hoy es el egoísmo. Con pretexto de superación personal o amor propio, la gente se enfoca en sí misma y se ocupa poco o nada del resto. Somos tan egocéntricos que vivimos en un mundo en donde todos los habitantes se llaman Yo, Yo y Yo.  En la Biblia hay versículos que ayudan a cambiar ese comportamiento.

A continuación les comparto 2 de las 6 señales que te dirán si eres o no egoísta:

1. Tu amor se basa en lo que puedas recibir a cambio? Los egoístas proyectan un amor nada de genuino. Por ejemplo: Hay quienes buscan pareja esperando que le solucionen todos sus problemas. Otros cuidan de alguien porque esperan recibir una herencia o recompensa. …

La antítesis bíblica está en 1 Corintios 13:5 “(El amor) No hace nada indebido, no busca lo suyo…”. El verdadero amor actúa desinteresadamente, y la mejor prueba es Jesús, quien se entregó para morir por nuestros pecados. Él decidió amarnos sobre todas las cosas. ¡Todo lo opuesto al egoísmo!

2. Todo lo que haces es para tu propio beneficio? Al trabajar uno merece un pago; pero esta lógica NO aplica para todo. El egoísta hace cosas con propósito de beneficiarse. NO le importa cómo logra sus objetivos, ni a cuántos utiliza o manipula, ni las consecuencias que acarreará; solo desea conseguir lo que quiere. Esta práctica de egoísmo acarrea envidia, orgullo y avaricia.  Filipenses 2:3-4 dice: “Nada hagas por contienda o vanagloria; antes bien con humildad, estimando a los demás como superiores…; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino también por lo de los otros”.

En otras ocasiones continuamos…

Feliz viernes, y que Dios te bendiga con CERO egoísmo!

Wilda M.V.
(Referencia: CVC laVoz)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL LEGADO DE FIDELIDAD

12.05.2024         HEBREOS 11.1-3 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alca...