17.12.18
Genesis 3:13 “Entonces el
Señor Dios le preguntó a la mujer: ¿Qué has hecho? La serpiente me engañó
—contestó ella—. Por eso comí”
Las
excusas nos impulsan a conformarnos con menos de lo que Dios tiene para
nosotros. ¿Normalmente tienes una excusa para tus defectos? ¿Tienes a algo o a
alguien más a quien culpar por tus problemas? ¡Nunca es tu culpa!
Algunas pautas para vencer ese espíritu de excusas.
1. Admitir que es un problema: De no admitirlo seguirás viviendo con excusas
el resto de tu vida. El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los
confiesa y se aparta, alcanzará misericordia (Proverbios 28.13).
2. Asumir tu responsabilidad: No
seas de las personas que se arruinan por su propia estupidez, y luego le echan
la culpa al Señor.
Se pudiera catalogar 3 grupos de personas: Los Acusadores. Nunca tienen la culpa
ellos, sino los demás. Acusan a “serpientes" que no existen.
Los Excusadores. Son producto
de circunstancias. Normalmente tienen pretextos o disculpas que usan para pedir
perdón, o para eludir su obligación
Los Asumidores. Son personas
que asumen la responsabilidad de sus problemas.
¿En cuál grupo te encuentras?
3. Desarrolla actitud de gratitud:
Si quieres matar tus excusas, da gracias. Es algo difícil dar gracias por situaciones
espinosas, pero si que puedes dar gracias en medio de tu situación, por difícil
que se vea.
4. Busca la mano de Dios en las circunstancias:
Cuando buscas excusas y te quejas estás lanzando a Dios 3 “bombas”:
1.Cuestionas
la sabiduría de Dios. 2.Dudas de Su cuidado. 3.Olvidas Sus bendiciones, y de
donde te sacó.
5. Hábitos malo se cambian reemplazándolos con hábitos
buenos. Excusarte es un hábito negativo y pesimista; debe
ser cambiado por uno positivo. Confronta tus hábitos negativos con la verdad.
6. ¡Decide en tu corazón que la sangre de Jesús y sus
promesas de salvación te justifiquen! Y… ¡No más excusas!
¡Feliz lunes, y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: VTRH Ministries, por Pr. Arnold Enns)
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