Domingo 28.10.18
2 Timoteo 2:15 "Procura con diligencia
presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que
usa bien la palabra de verdad".
Un artista se preparó mucho tiempo para presentar el concierto de
su vida. El día de la presentación, el
teatro estaba repleto; y su maestro estaba sentado justo delante de él.
El joven dio grandioso recital, su voz quebrantó al público; y cuando terminó hubo
ovación y muchos aplausos. Pero él bajó del escenario lloroso y frustrado.
Le
preguntaron qué le había pasado,
y por qué no estaba contento por el impacto que había causado? Respondió él: mi
maestro no aplaudió, ni se paró. De qué sirve que todos aplaudan, si él es
el experto, y no me aprobó?
Este joven buscó lo más importante para su
carrera: la bendición de su maestro, aún habiendo los demás aplaudido.
Tu vida delante de Dios puede estar aparentemente bien, según
tu percepción, inclusive según la
percepción de los demás, sin embargo, Dios no te ve como los demás te ven.
Él ve más allá, ve el corazón y las intenciones.
1 Samuel 16:7, dice que Jehová no ve
el parecer, ni lo grande de la estatura,
sino que mira el corazón.
La Palabra de Dios es el mejor parámetro
para asegurarnos de que Él también se pondrá de pie para aplaudirnos,
siempre que actuemos conforme a Su Santa voluntad.
¿Qué parámetro estás usando tú, para creer que Dios te aprueba? ¿Es Su Palabra, el aplauso de los demás, o
solo tu conciencia?
Hoy es día perfecto para revisar tu
motivación real, y buscar presentarte
delante de Dios aprobado.
Dios te guíe y te bendiga. Feliz domingo!
Wilda M.V.
Referencia: Fuente: Cvc la Voz)
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