Martes 23.10.2018
Proverbios
4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
porque de él mana la vida”.
En días pasados escuché que me hicieran una pregunta: ¿Sabes qué es lo
que Jesús de Nazaret protege? Y mi respuesta inmediata fue: El corazón.
Dios me recordó que el corazón es engañoso y perverso; que Él lo examina
y prueba; y que pagará a cada quien, según su camino y fruto (Jer.17:
9-10)
Cuántos
errores cometemos, dejándonos guiar del corazón! Un día nos dice sí; y al otro nos dice no. Por lo tanto: No te dejes
llevar de él.
Cuando escuché la pregunta “qué protege Jesús?”, entiendo que fue el
mismo Espíritu, quien me guió a la respuesta. Una semana después entendí el
porqué. Jesús me advirtió del engaño. Y,
en su infinito amor, lo estaba guardando, para evitar un sufrimiento
posterior!
Te recomiendo que sea Jesús quien te guarde tu corazón. Conmigo lo
hizo! Él sabe cuidarlo, protegerlo, mimarlo; y, a la vez, evitar que caigas en
amargura de alma!
Mucho cuidado, si con palabras bonitas, sueltas los cerrojos que Jesús
ha puesto para guardar tu corazón. Eso pudiera traerte dolor, engaño o traición.
No hagas
con tu corazón lo que entiendas, NO es buen negocio. Entrégalo a Jesús de Nazaret, y no lo pongas a prueba. No existen
corazones de reemplazo; pero sí muchos rotos, amargados y decepcionados.
Si ya tu corazón ha sido lastimado, no pierdas la esperanza, dale ese timón
a Jesús, que Él sabe cómo restaurarlo.
Independientemente de que, sobre toda cosa guardada, tú guardes tu
corazón, deja que sea Jesús quien lo guarde, controle y domine. Él evitará
que llore, lo curará, hará sonreír, y le dará nueva vida!
Feliz
martes, y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
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