Colosenses 2:19 “…Crece con el crecimiento que da Dios”.
Mayoría de creyentes afirma vivir por fe y no por sentimientos, pero la
práctica es que miden sus vidas espirituales por cómo se sienten (sentimientos).
Pudieras estar haciendo todo correcto, y, aun así, sentir que no hay crecimiento
espiritual. Pudieras NO apercibirte del proceso de madurez que está ocurriendo.
Pablo compara el crecimiento espiritual con el del cuerpo; el alma es nutrida de la misma manera que las
coyunturas físicas, músculos y fibras. Tal crecimiento proviene de la
Cabeza. En pocas palabras, mientras
confías y habitas en Cristo, un flujo inagotable de su vida es bombeado a tu
alma.
Jesús debe ser
influencia constante en ti, un río viviente que nunca se agota. Por
lo tanto, su vida debe rebosar la tuya,
incluso mientras duermes. Él te proporciona suministro fresco cada día, sin importar cómo te sientas.
¿Cómo crees que los israelitas sobrevivieron 40 años en el desierto? Vivieron
de maná (pan enviado del cielo), y esa comida tenía todos los nutrientes para
fortalecerlos, es por eso que el pueblo de Dios no contrajo las
enfermedades de Egipto.
Lo mismo pasa con Cristo, Él es nuestro
maná de hoy, el pan enviado del cielo; que fortalece el sistema inmunológico
espiritual contra todo tipo de pecado. Y todos los que aman (honran y obedecen) a Jesús se fortalecerán en su inmunidad espiritual.
Arráigate, sobreedifícate
en Él, y confírmate en la fe, como has
sido enseñado, abundando en acciones de gracias” (Colos. 2:7). Mientras
permanezcas en Cristo, florecerás y
prosperarás como una flor que brota con vida... Es porque la vida de Jesús brotará de ti!
Come de ese alimento, te irá muy bien!!!
Y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: WorldChallegeOrg)
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