8.9.18
Mateo 23:36-38 "De cierto digo que todo esto vendrá sobre esta generación. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí tu casa os es dejada desierta".
Jesús le estaba diciendo a Israel: Estoy aquí ahora, estoy disponible. Ven a mí para que seas sano y tus necesidades saciadas, pero no quieres😔.
Jesús anduvo sobre la tierra, y se hizo accesible a todos. Enseñaba en sinagogas, laderas, barcos...; sanaba enfermos, hacía milagros... Alzaba su voz diciendo: ¡Soy el agua viva! Ven a mí y saciaré tu alma sedienta. Cualquiera podía acercarse a él y ser saciado.
Esa invitación de Cristo fue ignorada, por la gran mayoría, ayer, y sigue siendo ignorada hoy.
Jesús respondió al rechazo del pueblo hacia él, les dijo: Su casa es dejada desierta. Cómo “desierta” aludía a: sola, falta de frutos, en desperdicio. Era como decir: Sin mi tu vida, tu casa, tu caminar espiritual, todo se secará y morirá.
Nuestro Padre celestial se preocupa por los problemas de sus hijos. Cada vez que enfrentamos tiempos difíciles, nos invita a acercarnos a Él. Dice: Ven, echa tus problemas, necesidades y quejas sobre mí, yo oiré tu clamor y responderé!😇
Él sabe que tienes sed de él, y que, como dijo el salmista: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? (Salmos 42:1-2).
No esperes las crisis para acercarte a Dios. Ven hoy y derrama tu corazón delante de él, en amor y adoración continua. Dios te bendecirá🙏🏼👍🏽
Feliz sábado!
Wilda M.V.
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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