27.08.2018
2 Corintios 3:18 “Por
tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria
del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por
el Espíritu del Señor”
Muchos oran diciendo: Dios, cambia a mis compañeros de trabajo; mi situación familiar; las condiciones en mi vida, mi relación amorosa... Sin embargo, rara vez oran diciendo: Cámbiame, Señor. Yo soy el que necesita ser cambiado.
Dios dirige la vida de sus hijos, y no permite que nada suceda por casualidad. Él, créelo o no, permite tus crisis. Algo muy importante quiere decirte a través de ellas.
Te guste o no, todos estamos en proceso de cambio. En el ámbito espiritual también estamos siendo cambiados continuamente, para bien o para mal. Te estás volviendo cada vez más como el Señor o más como el mundo… Estás creciendo en Cristo o retrocediendo?
¿Te estás volviendo más dulce de espíritu, y más como Jesús? ¿Te miras al espejo y dices: Señor, quiero ser conformado a tu imagen? ¿O tu rencor y amargura han echado raíces, convirtiéndose en más rebelión y dureza de corazón?
Si te cierras a la Palabra de Dios, que redarguye; y a la voz de su Espíritu, tu vida se volverá más caótica y tu situación empeorará. Te exhorto a que clames al Señor en oración, y le digas: Cámbiame, oh Dios. Examina lo más profundo de mi ser y muéstrame dónde he fallado y me he desviado.
Si deseas ser cambiado, la Palabra de Dios está llena de dirección y sabiduría. Si confías en el Espíritu Santo, él correrá los velos de tus ojos y comenzarás a cambiar!!!
Muchos oran diciendo: Dios, cambia a mis compañeros de trabajo; mi situación familiar; las condiciones en mi vida, mi relación amorosa... Sin embargo, rara vez oran diciendo: Cámbiame, Señor. Yo soy el que necesita ser cambiado.
Dios dirige la vida de sus hijos, y no permite que nada suceda por casualidad. Él, créelo o no, permite tus crisis. Algo muy importante quiere decirte a través de ellas.
Te guste o no, todos estamos en proceso de cambio. En el ámbito espiritual también estamos siendo cambiados continuamente, para bien o para mal. Te estás volviendo cada vez más como el Señor o más como el mundo… Estás creciendo en Cristo o retrocediendo?
¿Te estás volviendo más dulce de espíritu, y más como Jesús? ¿Te miras al espejo y dices: Señor, quiero ser conformado a tu imagen? ¿O tu rencor y amargura han echado raíces, convirtiéndose en más rebelión y dureza de corazón?
Si te cierras a la Palabra de Dios, que redarguye; y a la voz de su Espíritu, tu vida se volverá más caótica y tu situación empeorará. Te exhorto a que clames al Señor en oración, y le digas: Cámbiame, oh Dios. Examina lo más profundo de mi ser y muéstrame dónde he fallado y me he desviado.
Si deseas ser cambiado, la Palabra de Dios está llena de dirección y sabiduría. Si confías en el Espíritu Santo, él correrá los velos de tus ojos y comenzarás a cambiar!!!
¡Feliz inicio de semana. Pídele a Dios que te cambie a ti, y que te bendiga!
Wilda M.V. (Referencia: WorldChallengeOrg)
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