26.04.2018
2do. Libro de Samuel 19.1-2 “Aquel día la victoria se volvió en luto para todo el pueblo; porque oyó decir el pueblo aquel día que el rey tenía dolor por su hijo.”
Ante el sufrimiento, tienes 2 opciones que pudieras ejecutar: Puedes gritar todo lo que quieras, o llevar ante el Padre Celestial tu causa. Para lo que NO tienes permiso es para salir corriendo, rendirte o abandonar el "pleito".
¿Alguna vez has dicho “no soporto esto?”. Te presento algunas lecciones de la vida del salmista David, con relación al sufrimiento.
1. No ignores el dolor: Negarlo, minimizarlo o posponerlo no funciona. David no ignoró el dolor de la muerte de su hijo Absalón. El pueblo entero oyó que sentía dolor por la pérdida de su hijo. Tú también has pasado por dolores similares, y no los puedes ignorar, pero nada haces con clavarte la misma “estaca” una y otra vez.
2. No huyas al dolor: No te escondas en trabajo, yéndote lejos, buscando refugio en lugares o personas incorrectos, o en algún vicio. David dijo “¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría, pero no es la solución (Salmos 55.4-6). Huir hará que el problema te persiga con mayor fuerza. Sino, recuerda esos momentos -en soledad- que has tenido, y cómo ellos te han martillado.
Ignorar o huir jamás te liberará del problema. Recuerda, tienes 2 opciones: Gritarlo y dejarte hundir con él; o llevarlo a la presencia de Dios… LA MÁS ACERTADA!
Él te dice: Clama a mí, y yo te responderé (Jeremías 33.3). Dios tiene respuesta para tu problema, aunque no lo veas ni lo creas!
Feliz día y que Dios te dirija y bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: VTRH Ministries)
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