Filipenses 3:13 "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”.
No se puede pertenecer al Reino de Dios y hacer lo mismo que hace un mal campesino. El que se pone a arar un terreno y vuelve la vista atrás, los surcos le saldrán torcidos. Tus surcos de la vida están torcidos en más de una oportunidad, por poner tu mirada en el pasado y no encausarte con atención, fuerzas y recursos en el futuro.
El pasado, pasado es; y por más que quieras cambiarlo, no podrás. Solo puedes gestionar sabiamente el presente, el cual te conducirá a un futuro exitoso.
Es cierto que los momentos penosos dejan huellas difíciles de borrar, pero hay que aprender a olvidar el pasado y a no revivir el daño que te hicieron. No menciones constantemente tus fracasos o resentimientos, no los traigas al presente, eso profundizará tus heridas y las huellas de dolor en tu corazón.
Algunos hablan del ayer con tanta euforia, que se puede ver fácilmente el dolor y la rabia aun contenidos, como si todo hubiese ocurrido ahora mismo.
Cuando recuerdas angustias y dolores del ayer, eres un esclavo del sufrimiento. Pablo se propuso poner fin a lo que quedó atrás, para enfocarse en los nuevos desafíos... Tú también puedes hacerlo! Se sabio y proyéctate hacia lo que tienes por delante. Respira profundamente y percibe el fresco aroma de tu porvenir. En las manos de Dios todos tus días son provechosos.
Tus buenos pensamientos hoy, son la clave para edificar tu futuro de calidad. Lo mejor para tu vida puede comenzar hoy y ahora!
Dios te acompañe y bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Avanzapormas)
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