Salmos 42:11 "¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío".
El rostro es una especie de letrero que dice lo que acontece en tu corazón y tu alma; gozo o confusión se reflejan allí.
Cuando tu mente está cargada de situaciones, podrías estar cabizbajo, o con apariencia triste. Por eso, cuánto debemos agradecer a Dios por su grande salvación, por redimirnos!
Algunos necesitan un levantamiento facial del Espíritu Santo, ya que sus rostros (almas) están dando mensajes muy tristes al mundo.
Recuerda: tu rostro refleja lo que está pasando en tu corazón; también lo que pudiera estar pasando con tu espíritu y tu alma.
Jesucristo en tu vida, mente y corazón, tiene un impacto directo en tu rostro. Su presencia puede suavizar e iluminarlo.
Cuando confías plenamente en la Palabra de Dios, y descansas en su amor, tu apariencia sufrirá cambios; y una gloriosa calma comenzará a resplandecer desde tu semblante.
Cuando Esteban se puso de pie frente a hombres hostiles y airados en el Sanedrín, ellos observaron su rostro “como el rostro de un ángel” (Hch.6:15). Jesucristo fue la diferencia clara para todos!
Que Dios te bendiga, y que tu semblante hable de la fidelidad de Cristo en tu vida!
Wilda M.V.
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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