"Tu palabra sabia de hoy”

Lunes 29.1.18

Efesios 2:8-9  “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de ustedes, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.  *Juan 14:6* “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.

Un hindú de 60 años dijo: Tengo que ir al cielo, y ya sé cómo ir. Tendió en el suelo una cama de puntillas, y sobre esa cama de puntillas se acostó a dormir. Para él, esa era su manera de ir al cielo. A los 6 meses desistió de su propósito. Se había llenado de tantas pulgas que las picadas de los insectos eran un tormento mayor que el de los clavos.

En este mundo se habla de muchas maneras propuestas de ir al cielo. El hombre ha ensayado, no menos de 11,000 maneras diferentes de llegar al cielo y alcanzar la gloria.

Todas esas maneras se las pelean las tantas religiones existentes. Hay quienes piensan que el sacrificio corporal lo prepara a uno para irse al cielo.

Están los que se encierran en celdas de monasterios, ayunan días enteros, o se flagelan con látigos, o se cortan la carne hasta hacer que corra la sangre, o se acuestan en camas de puntillas, como este ejemplo señalado. Están los que renuncian a todos los bienes, a los placeres del mundo, y niegan a su alma todo lo que es bueno, placentero y sano, buscando aligerarse de todo peso mundanal.

Están los que escogen una carrera religiosa, hacen votos de castidad, de pobreza y de obediencia, otros se rasuran la cabeza y salen a mendigar por las calles.

Pero, cuán tristes y mentirosas son todas esas maneras…nada, absolutamente, nada de eso lleva a nadie al cielo.

Ni camas de clavos, ni votos de pobreza, ni sacrificios personales, ni millones de dólares, ni bañarse en el Ganges, ni peregrinar a La Meca, ni colgarse una medallita, ni pagar una indulgencia, ni siquiera tratar de ser lo más bueno que se pueda… cuantas viles mentiras!

Solamente se llega al cielo mediante el don de la gracia salvadora de Cristo, por su sacrificio en la cruz del Calvario. Se llega al cielo mediante un sometimiento puro y sincero a la soberanía de Jesucristo, el Hijo de Dios. Se llega al cielo mediante un arrepentimiento verdadero.

Dios nos tiene moradas preparadas en Su casa, allá en el cielo, y espera que sigamos sus instrucciones para poder ocuparlas.

¡Solo Cristo tiene camino de vida eterna. Entiende esto hoy, y que Dios te bendiga!

Wilda M.V.
(Referencia: Por el Hermano Pablo, Avanzapormas)