Viernes 01.12.17 (2 de 2)
Gálatas 5:22-23 “El fruto
del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
Y ¿Cómo saber si andas conforme al Espíritu?
¡Sencillo! Tu modelo de vida no está como en Gálatas 5:19-21 que vimos ayer (vuelve
y míralo), sino como en Gálatas 5:22-23, que vemos hoy… Ve a tu Biblia y léelo
tú mismo. No hay ley para lo que es bueno, y que no daña a nadie!
Si le damos el control a Jesucristo, Él nos
respaldará en todas nuestras luchas. El Espíritu Santo nos aconsejará y
acompañará... NO nos dejará solos. Tu parte es darle el control y estar dispuesto
a obedecer. No permitas que el enemigo
te siga usando como títere. No te
expongas a las tentaciones, no las busques, que ellas llegan solas. Cuando las
veas asomar, encomiéndate al Señor, Él NUNCA
te desamparará!
“Bienaventurado el hombre que soporta la tentación;
porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha
prometido a los que le aman” (Stgo 1:12). Cada
vez que cedes a una tentación pierdes bendiciones.
Comprométete a no permitir que nada ni nadie te impida lograr tu salvación.
Si nadie se quiere ir contigo al cielo; no te
vayas tú con ellos al infierno.
La salvación es un regalo por gracia, pero si insistimos en pecar, o si la muerte o el rapto de la iglesia nos sorprenden, habrá pérdida total y absoluta. De nada sirve ser mensajeros para otros, y que al final se pierda tu alma. Es día bueno para tomar la decisión de pelear la buena batalla, junto con Cristo.
La salvación es un regalo por gracia, pero si insistimos en pecar, o si la muerte o el rapto de la iglesia nos sorprenden, habrá pérdida total y absoluta. De nada sirve ser mensajeros para otros, y que al final se pierda tu alma. Es día bueno para tomar la decisión de pelear la buena batalla, junto con Cristo.
Esto no es para quién empieza, sino para el que
termina… destruye toda fortaleza física, derriba todo argumento humano, toda
altivez que se levante contra la Palabra de Dios, y lleva
cautivo todos tus pensamientos a la obediencia a Cristo (2 Cor. 10:3-5).
Te pongo el reto en tus manos. Lo
aceptas? Yo, ya lo hice! Y su gloria en mi vida es constante!
Dios te ayude a decidirte, y te bendiga!
Wilda M.V.
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