domingo, 24 de septiembre de 2017

"Tu palabra sabia de hoy"

Domingo 24.9.17

Números 20:2-3 “Y porque no había agua para la congregación, el pueblo se juntó contra Moisés y Aarón. Y hablaron contra Moisés, expresando: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová Dios!”.

Hay situaciones que, por ira, damos respuestas que lastiman. Es necesario, con ayuda de Dios, administrar esas situaciones. Y  preguntarnos: ¿Cómo nos conducimos bajo presión?...

Los problemas son una realidad del camino, y la mayoría de las veces deseamos no tenerlos, pero es necesario tener presente que las dificultades nos ayudan a madurar y a crecer como hijos de Dios. Las adversidades son parte del diseño de Dios para nuestra formación.

Las crisis producen  reacciones. El pueblo de Israel, estando en el desierto, se reveló contra Moisés y Aarón (vs.2 ) porque no había agua en el desierto de Zin. Como sucede, algunas veces, en nuestra vida cuando las cosas no salen como esperamos.  En aquel momento surgió murmuración, calumnia, mentiras (vss. 3-5), hoy esas mismas conductas son frecuentes

Tener presente: No repetir las  enseñanzas negativas del pasado, ni menospreciar la disciplina del Señor.

La presión del desierto hace que haya expresiones de enojo e inconformidad. El pueblo dijo: ¡Ojalá hubiéramos muerto. Ellos pronunciron palabras de desaliento y menosprecio, aunque el mismo Señor iba delante de su pueblo durante el día en una nube y en la noche con una columna de tfuego.

Cuando la adversidad produce angustia y gobierna el corazón, la visión del presente y del futuro tiende a ser oscura, triste y de total fracaso.

Números 20:6 expresa que, ante todo, lo correcto es buscar la dirección del Señor, “se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos”

Es lo que debemos hacer, y es allí donde hallaremos fortaleza para continuar, y dirección para tomar decisiones precisas y correctas, no dirigidas por la crisis emocional o por la presión de otros. Cuando seguimos la dirección de Dios veremos su poder manifestarse dándonos una gran victoria.

Quien sirve a Dios procura comunión con él, ya que está expuesto a la incomprensión de los demás, a las calumnias, la oposición y, lo más seguro, a murmuración.

Todo aquel que considera el servicio a Dios no está exento de adversidades, pero puede estar seguro de la ayuda del Señor.

Moisés buscó dirección de Dios y fue respaldado. Así que no te desanimes, el Señor está contigo. Y te puede bendecir.

Feliz domingo🌻🌹

Wilda M.V.
(Referencia: Mensajes y sermones para predicar)

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