Lunes 7.8.17
Éxodo 34:29-30 "Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios. Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él".
Después de que Moisés pasó 40 días en comunión con Dios (vs.28), descendió del Monte Sinaí. No tenía idea de que su contacto íntimo con el Señor había cambiado su apariencia (vs. 29). Sin embargo, los israelitas lo notaron (vss. 30-32).
Moisés siguió encontrándose con Dios e influyendo en las vidas de aquellos que lo rodeaban (vss. 33-35).
Tal vez no veamos cómo nuestras experiencias con Dios nos van cambiando, y sin duda, nuestra transformación no será tan físicamente evidente como el rostro brillante de Moisés. Sin embargo, a medida que pasamos tiempo con Dios y le rendimos nuestras vidas más y más cada día, podremos reflejar su amor.
Dios puede acercar a otros hacia Él, cuando la evidencia de su presencia brilla en y a través de nosotros.
Que el amor y la esperanza de Dios brillen a través de nosotros dondequiera que vayamos.
Que tu tiempo a solas con Dios te transforme, lleves a otros a Su gran amor... Y te bendiga!
Wilda M.V.
(Fuente de referencia: Avanzapormás)
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