Viernes 18.8.17
Miqueas 4:1-2,4 "Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado".
El Señor le encomendó al profeta Miqueas que le advirtiera al pueblo que perdería el templo y su amada Jerusalén. Sin embargo, Dios también prometió un futuro hermoso.
Miqueas afirmó que, un día, el Señor llamará a los pueblos del mundo hacia sí mismo. No habrá más violencia. Las armas de guerra se volverán herramientas de jardinería, y todo el que responda el llamado de Dios tendrá un hogar tranquilo y vida productiva en su reino.
Para muchos en el mundo actual, un hogar seguro es más un sueño que una realidad. Sin embargo, podemos confiar en la promesa de Dios de un hogar para los pueblos de todas las naciones; mientras esperamos, trabajamos y oramos para que esos hogares tranquilos se vuelvan una realidad.
Nuestro Señor, trae paz al mundo y provisión para las necesidades de sus hijos. Y, mas que todo, Dios promete a sus hijos un hogar tranquilo en su reino.
Luchemos, de la mano con Jesucristo, por ese hogar seguro en el reino celestial.
Feliz viernes, y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Nuestro pan diario)
No hay comentarios:
Publicar un comentario