Lunes 26.6.17
Éxodo 25:1, 8, 9 "Jehová habló a Moisés, diciendo: Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haras".
Al glorificar a Dios, tengamos presente que somos Su templo o la casa del Espíritu Santo, no nuestros dueños. Entonces hagamos las cosas a su manera.
Dios quiso que Moisés le construyera un santuario para vivir junto al pueblo. Y le mostró el diseño de todo, incluso los muebles; y Moisés acató las instrucciones. Así mismo, el Señor, nos da Sus instrucciones hoy.
El cristiano debe desarrollar y ejercitar: oír, percibir e identificar en su espíritu renacido, la voz, guianza y testimonio del Espíritu Santo. Jesús dijo: Sus ovejas oyen Su voz y Le siguen.
Al hablar (orar) a Dios, es importante escucharlo, y captar lo que nos quiere decir. Conocer la voz divina, requiere tiempo y dedicación.
El santuario o tabernáculo era una "cabaña" grande, donde moraba la presencia de Dios. Moisés se encargó de dirigir su construcción, pero el arquitecto fue Dios. Nuestro éxito depende de oír a Dios, de seguir sus instrucciones y diseño.
Esa labor demandó obediencia, esfuerzo, y perseverancia.
Al obedecer a Dios, Sus planes se hacen realidad en nuestra vida.
Entremos en el proceso de transformación de Dios, somos su diseño, sigamos Sus instrucciones.
Digámosle: qué quieres que haga? Sabiendo que es más importante oír que hablar, obedecer que traer o hacer sacrificios.
No es satisfacer nuestros deseos, sino hacer de la voluntad de Dios, la razón de nuestras vidas.
Y que Dios nos bendiga!
Wilda M.V.
(Fuente: Mensajes y sermones para predicar)
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