Meditación 06/12/16
Mateo 18.21-22 "Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas
veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo:
No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete".
La Biblia enseña claramente
que debemos perdonar a quienes nos agravien.
Entonces, identifiquemos
las maneras prácticas de encarar la falta de perdón. Tal vez quiera
mantener esta lista en su Biblia o en un lugar accesible para una revisión
sencilla.
Tome el asunto en serio; perdonar
es algo muy importante.
Asuma la responsabilidad. No culpe a nadie más por sus sentimientos o
acciones. Confiéselos sinceramente. Sea específico y directo con Dios
acerca de lo que siente, y reconozca que dejar de perdonar es pecado.
Deponga su ira. Si
usted no enfrenta su resentimiento, la amargura podrá entrar otra vez en su
vida más adelante.
Ore por la otra persona. Esto podrá parecerle imposible o
anormal, pero hágalo de todos modos. Orar es la decisión de actuar
con amor, sin tener en cuenta la manera en que le traten. Esto tendrá una
influencia positiva en su relación con esa persona.
Pídale a esa persona que
le perdone. Si la otra persona
sabe que usted ha estado albergando resentimiento, necesita pedirle que le
perdone.
Haga algo amable por esa
persona. Deje que un gesto
afectuoso demuestre su deseo de restablecer la relación.
No permita que Satanás le
haga retroceder a la falta de perdón. Después
que la cuestión se resuelva, tenga cuidado de no ponerse a pensar en cómo le
agravió la otra persona.
Este proceso no es fácil,
pero funciona. Si usted pone en práctica estos
pasos cada vez que sea agraviado, Dios obrará milagros en sus relaciones
interpersonales.
(De Encontacto.org)
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