Meditación 25/11/16
2 Crónicas 20:1-13 "Pasadas estas cosas, aconteció que los
hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra
Josafat a la guerra. Y acudieron algunos y dieron aviso a
Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del
mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. Entonces
él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e
hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de
Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá
vinieron a pedir ayuda a Jehová. Entonces Josafat se puso en
pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del
atrio nuevo; y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no
eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las
naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?
Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra
delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo
para siempre? Y ellos han habitado en ella, y te han
edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: Si mal
viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos
presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está
en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos
oirás y salvarás. Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón
y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel
cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los
destruyese; he aquí ellos nos dan el pago viniendo a
arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión. !!Oh
Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra
tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer,
y a ti volvemos nuestros ojos. Y todo Judá estaba en
pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos".
La alabanza
es una celebración del Señor, pero cuando sufrimos, celebrar parece fuera de
lugar. Sin embargo, la vida de fe es, con frecuencia, contraria a la
vida humana normal. Josafat enfrentó su dificultad celebrando la obra de
Dios y su fidelidad en el pasado, recordando sus promesas. Si respondemos de
una manera semejante podremos, también, proceder con valentía.
La respuesta
natural a los tiempos difíciles es la autocompasión; rememorar los detalles
y las repercusiones de nuestro problema solo lo hace parecer más amenazante.
Pero la alabanza enfoca nuestra atención en Dios. Si le estamos buscando
por su ayuda, entonces no podemos dejar de reconocer su soberanía. Cada prueba
que llega a nuestra vida es por la voluntad permisiva de Dios, lo que
significa que Él tiene el control completo. Sean cuales sean sus razones
para permitir problemas en nuestra vida, Él es fiel para sacarnos adelante.
Recordar
los hechos poderosos del Señor y enfocarnos en su soberanía en la vida cotidiana, nos recuerdan
nuestra dependencia de Él. El rey esperaba que Dios interviniera porque el
registro histórico demostraba que Él siempre había actuado para salvar a su
pueblo. El reconocimiento de Israel de su propia impotencia fue lo que desató
todo el poder de Dios. Cuando los creyentes tratamos de resolver nuestros
problemas sin el Señor, el trabajo de Dios se ve entorpecido.
Nuestra
alabanza está limitada solo por nuestro conocimiento. Cuanto más leamos y
estudiemos la Biblia, más entenderemos los muchos atributos y promesas de Dios.
Luego, cuando llegue la dificultad, podremos
celebrar su fidelidad en el pasado mientras esperamos su ayuda prometida.
(De
Encontacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario