Sábado 8/10/16
Juan 4:13-15
"13. Respondió Jesús y le dijo (a la mujer samaritana): cualquiera que bebiere de esta agua (del pozo de Jacob), volverá a tener sed; 14. mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. 15. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla".
Leía el devocional Nuestro Pan Diario, y relataba que en algunas partes del mundo, es difícil encontrar agua potable, y que la organización Water Is Life desarrolló «El libro bebible». Decía que el papel de ese libro está recubierto de pequeñísimas partículas de plata que filtran casi el 99.9% de las bacterias. Que cada hoja podía filtrar hasta 100 litros de agua.
Luego hacia la comparación de que la Biblia es también un libro «bebible»; se puede ver esa comparación en la lectura de Juan 4.
La sed de la mujer samaritana (y ella representando la humanidad) es muy especial, por lo que se requiere un agua también especial; ya que no era el simple hecho de saciar sed física... Había desesperación en tomar de una fuente de agua de vida... ella necesitaba algo que solo Dios, por medio de Jesús, le podía dar.
Debemos anhelar -cada día- satisfacer nuestra sed con esa agua especial; convencidos que Jesús es la única fuente de agua viva.
Si el agua que estás tomando, para nada sacia tu sed; te invito a que la cambies por la que pidió y tomó la mujer samaritana... agua viva de Cristo...y no volverás a tener sed. Yo la estoy tomando, hace 9 años, y no he vuelto a sentir sed jamás.
Que Dios te bendiga, y puedas cambiar tu agua por la de vida...que solo da Cristo!
Evangelista Wilda Messina
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