Sábado 15/10/16
2 Pedro 3:8-10 "Mas, oh amados, no ignoren esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas".
El apóstol Pedro inicia con una expresión bien amorosa, para que pongamos atención, y para recordarnos que el tiempo de Dios y el nuestro son muy diferentes.
Otro elemento que destaca es que, por más que creamos o entendamos (como muchos expresan), que Jesús se ha tardado en levantar a Su iglesia, eso es debido a que su promesa es firme, no que se esté tardando, sino que su paciencia se debe a que aun está dando oportunidad, para que vengan al arrepentimiento todos los que habrán de ser salvos!
Porque ese día del Señor vendrá -como un ladrón- sin que se sepa día ni hora...Pero vendrá.
Y, cómo es posible que sabiendo que eso acontecerá, no caminemos de manera agradable a Dios? Que no le demos honra, ni nuestro testimonio hable a otros de Él?
Los que esperamos esa promesa, disfrutaremos de cielos nuevos y tierra nueva, donde siempre habrá justicia.
Enfoquémonos para esperar estas cosas, y que seamos hallados, por el Dios Todopoderoso, sin manchas e irreprensibles.
La paciencia de nuestro Señor añade salvación... Entremos en ese gozo...el cual es eterno!
Dios te bendiga en este hermoso sábado!
WMV
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