Sábado 27/8/16
"Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho". (Juan 12:44-50)
Si crees en Jesús, no solo crees en Él, sino que también crees en Dios...o viceversa.
Jesús es la luz, y para el que lo cree, no habrá tinieblas. Y si te pones en contacto con Su Palabra, pero no la guardas, no te juzgará Él, sino la misma Palabra lo hará.
Porque Jesús no vino a juzgarte, sino a salvarte; pero si le rechazas, Sus Palabras te juzgarán en aquel gran día venidero. Y, por eso, Dios lo envió para que te lo dijera.
Jesús sabe que vivir, haciendo nuestros, sus mandamientos nos dará vida eterna... el Padre se lo ha dicho...y mejor es para nosotros oírle.
Dios te bendiga!
WMV
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