Reflexión adicional y especial...
Deuteronomio 30:10-14
Cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y
sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová
tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. 11. Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado
difícil para ti, ni está lejos. 12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo,
y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? 13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros
el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? 14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón,
para que la cumplas.
Romanos 10:6-9
Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién
subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); 7 o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de
entre los muertos). 8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu
corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Para alcanzar la salvación no
hay que hacer un esfuerzo sobrehumano, no es algo imposible, es arrepentirnos
de nuestros pecados, seguir a Cristo, bautizarnos en su nombre y obedecer
su palabra. Entreguemos nuestro corazón a Dios, en nuestra boca esta la palabra
que nos acerca a Dios. Pidámosle que tome control de nuestras vidas y nos ayude
a serle fiel.
Dios los bendiga mucho, en el nombre de Jesús.
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