Domingo 3.7.16
"Pero sean hacedores de la palabra, y no tan solo oidores, engañándose a ustedes mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace". (Santiago 1:22-25)
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Muy buen consejo para hoy: ser hacedores de la Palabra de Dios. Porque solo el escucharla, encontrarla bonita, pero no ejecutarla, no vivirla... es letra (para el tal) muerta; es vivir con engaño absoluto.
Si ya la conoces, y no la pones en práctica, eres como quien se puso frente a un espejo (y este es muy especial), se pudo dar cuenta de sus carencias e "imperfecciones", pero al quitarse... se les olvidan.
Hay personas que se sienten tan bien con lo que tienen-hacen (con su estilo de vida), que al dejar de estar en contacto con el espejo (la Palabra), se les olvidan todas sus imperfecciones mostradas.
Ahora bien, el que se mira atentamente en ese espejo, o sea en la Palabra, la única que es perfecta y que liberta; y persevera en ella cada día, será grandemente bienaventurado!
Y si se te hace difícil vivir de cara a ese espejo, recuerda que TODO lo puedes en Cristo, quien te da la fuerza. (Filipenses 4.13)
Dios bendiga en este hermoso día del Señor!
WMV
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