Sencilla pero buena reflexión; me la envió mi amigo y hermano Víctor Tapia.
2da. a Timoteo Cap. 3:14-17
3:14
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de
quién has aprendido;
3:15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales
te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
3:17 a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Estos
son pocos versículos, pero están bien sustanciosos. Nosotros, que predicamos la
palabra de Dios, no convencemos ni a una gata a salir, porque el convencimiento lo da
Dios...y cada quien se persuade sólo. Esto también para que no nos gloriemos, y
pensemos que somos algo más que instrumentos usados por Dios. Es importante
hablar a nuestros familiares -sin cesar- de la palabra de Dios.
En Proverbio 22:6 dice “Instruye
al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
En el
versículo 17 (resaltado para que se enfoquen aun más), Dios quiere que el hombre
suyo sea perfecto, que crezcamos y demos frutos. No fue al azar que Jesús fuera un
carpintero...
Qué hace Dios en nuestras vidas?... éramos árboles viejos de caoba,
amargos por dentro; viene el carpintero, nos corta de esa tierra que nos tenia
encarcelados, nos cepilla, pule, da forma, nos pinta, y nos convierte en un
mueble de caoba, preparado para toda buena obra...solo hay que dejarse
transformar. Y aunque el proceso sea duro, cuando nos cepillan nos duele; al darnos la forma, también; pero al final, seremos unos muebles finos, listo para servir al Rey de
Reyes y Señor de Señores.
Dios les
bendiga mucho a ustedes y sus familias en el nombre de Jesús.
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